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¿Por qué tengo sensación de frío en las piernas? La guía para comprender y actuar

Pourquoi j'ai une sensation de froid dans les jambes ? Le guide pour comprendre et agir

Romane Benderradji - Responsable de comunicación y portavoz de G-Heat |

Lo que hay que recordar💡

Esta sensación de frío en las piernas, persistente y desagradable, puede indicar varias cosas: trastornos de la circulación sanguínea (como varices o mala circulación), problemas neurológicos (neuropatía) o una enfermedad subyacente (diabetes, síndrome de Raynaud). Si estos síntomas persisten o van acompañados de dolor, entumecimiento o cambio de color en los pies, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso.

Introducción

¿Conoces esa sensación desagradable? Ese frío persistente en las piernas que te invade incluso cuando estás bien calentito en casa. Esa sensación gélida que te sube por las pantorrillas y te hace temblar sin motivo aparente. No te preocupes, no eres el único que vive esta incómoda situación que puede convertir tu día a día en un auténtico reto térmico.

Esta sensación de frío en las piernas afecta a millones de personas y puede revelar diferentes trastornos, desde los más leves hasta los más graves. Comprender su origen es el primer paso para recuperar el control y la comodidad en el día a día. Como expertos en soluciones térmicas y ropa calefactable, acompañamos cada día a mujeres y hombres que se enfrentan a estos problemas de termorregulación.

En este artículo, exploramos juntos las posibles causas de este fenómeno, te ayudamos a identificar las señales de alerta y te ofrecemos soluciones concretas para que tus piernas recuperen por fin su calor. ¿Listo para convertir ese frío en un recuerdo lejano?

Causas circulatorias: cuando la circulación sanguínea te juega una mala pasada

Insuficiencia venosa: el culpable más frecuente

Imagina tus venas como una red de carreteras que debe llevar la sangre al corazón. A veces, este sistema pierde eficacia, el tráfico se ralentiza y la sangre tiende a estancarse en las extremidades inferiores. Es la famosa «mala circulación sanguínea». El resultado: aparece esa sensación de frío, acompañada de piernas pesadas y pies hinchados, especialmente después de un largo día.

  • Síntomas asociados: piernas pesadas, tobillos hinchados por la noche
  • Lo que no ayuda: estar de pie durante demasiado tiempo, la falta de actividad física
  • Tus primeras medidas: elevar las piernas, moverte con regularidad y plantearte usar medias de compresión para ayudar a reactivar la máquina.

Enfermedad arterial periférica: cuando las arterias se estrechan

En este caso, son las arterias, las «autopistas» de tu circulación sanguínea, las que se ven afectadas. Con el tiempo, su diámetro puede reducirse (un fenómeno denominado arteriosclerosis), lo que limita el suministro de sangre a los músculos y tejidos. Este estrechamiento provoca una sensación de frío, a menudo más acusada después de un esfuerzo. Es una señal que te envía tu cuerpo: es hora de prestar atención a la salud de tus vasos sanguíneos.

Trombosis y flebitis: una señal de alarma que nunca debes ignorar

¿Una pierna que de repente se vuelve fría, dolorida e hinchada? Es una urgencia. Una trombosis (un coágulo de sangre) puede bloquear la circulación y tener graves consecuencias para tu salud. Ante este tipo de síntoma, no hay que dudar: hay que acudir a urgencias. Es mejor ir por nada que pasar por alto un problema grave.

Trastornos neurológicos: cuando los nervios confunden los mensajes

Neuropatía periférica: «cables» mal conectados

Tus nervios son los mensajeros entre tu cerebro y tus piernas. Cuando se dañan, la información se pierde o se confunde. Entonces puedes sentir un frío intenso aunque tu piel esté tibia al tacto. Es una afección frecuente, especialmente en personas diabéticas, que puede provocar dolor y entumecimiento con el tiempo.

  • Causas principales: diabetes, deficiencias vitamínicas, ciertos tratamientos médicos
  • Posible evolución: entumecimiento, hormigueo, dolores punzantes

La neuropatía suele afectar primero a las extremidades. Por eso es fundamental un buen seguimiento. Permite adaptar las soluciones para preservar tu comodidad y movilidad, y evitar que el problema empeore.

— Gwenaël Fournet, experto en productos de G-Heat

Compresiones nerviosas (ciática, etc.)

Un nervio pinzado también puede provocar una sensación de frío en la pierna. Es como un falso contacto que envía señales erróneas al cerebro. La ciática, por ejemplo, puede provocar este síntoma a lo largo de toda la extremidad inferior. Afortunadamente, soluciones como la fisioterapia y los estiramientos suelen mejorar la situación.

Leer también: ¿Cómo aliviar la urticaria por frío?

Enfermedades subyacentes que pueden provocar una sensación de frío

La diabetes: un factor de riesgo importante para la circulación

Un nivel de glucosa en sangre mal controlado a largo plazo puede debilitar los pequeños vasos sanguíneos. Con el tiempo, la circulación sanguínea se deteriora y el aporte de sangre y oxígeno a los tejidos disminuye, lo que provoca esta sensación de frío. Controlar el nivel de glucosa en sangre es cuidar las arterias y evitar complicaciones.

⚠️ Nuestro consejo de experto: un nivel de glucosa en sangre mal equilibrado puede, en 10 años, dañar hasta el 50 % de los vasos sanguíneos pequeños. Los pies se enfrían y pierden sensibilidad, lo que aumenta el riesgo de lesiones. Es una lucha a largo plazo, pero cada esfuerzo cuenta para proteger tu salud.

Hipotiroidismo: cuando tu termostato interno funciona a ralentí

La tiroides es la gran directora de orquesta de tu metabolismo, incluida la regulación de la temperatura. Si funciona a ralentí, todo tu cuerpo se enfría y las piernas suelen ser las primeras en notarlo. Un simple análisis de sangre permite detectar este problema y establecer un tratamiento adecuado.

Síndrome de Raynaud: hipersensibilidad al frío

¿Tus dedos de las manos o los pies se ponen blancos al menor golpe de frío? Puede que se trate del síndrome de Raynaud. Esta afección provoca una contracción excesiva de los vasos sanguíneos en respuesta al frío o al estrés, lo que reduce el riego sanguíneo y provoca una sensación de frío intenso y, en ocasiones, dolor. Este fenómeno también puede afectar a otras partes del cuerpo.

Hábitos de vida que enfrían tus piernas

El sedentarismo: la inmovilidad, enemiga de tu circulación

Permanecer sentado durante horas pone tu circulación sanguínea en modo de espera. La sangre se estanca en las extremidades inferiores, los músculos se utilizan menos y tus piernas se enfrían. ¿La solución? ¡Muévete! Levántate cada hora, da unos pasos, estírate. Cada movimiento es una victoria para reactivar la bomba muscular y calentar tu cuerpo.

El tabaquismo: un impacto directo en tus vasos sanguíneos

Cada cigarrillo provoca un estrechamiento temporal de tus vasos sanguíneos, lo que reduce el aporte de sangre a tus extremidades. Con el tiempo, este efecto se acumula y puede dañar gravemente tu circulación. Dejar de fumar es uno de los mejores regalos que puedes hacerle a tus arterias.

Alimentación e hidratación: el combustible de tu calor corporal

Tu cuerpo necesita energía para producir calor. Una alimentación equilibrada y una buena hidratación son esenciales para mantener una circulación fluida y una temperatura corporal estable. Asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día para favorecer una buena irrigación de tus tejidos.

💡 Nuestro consejo de experto: para mejorar tu circulación sanguínea de forma natural, incorpora a tu dieta alimentos ricos en omega 3 (pescado azul, nueces) y vitamina E (aceites vegetales, almendras). ¡Son los aliados de tus vasos sanguíneos!

Diagnóstico: colabora con tu médico

Pruebas para aclarar el diagnóstico

Para identificar la causa de esta sensación de frío, tu médico puede proponerte varias pruebas. La ecografía Doppler, por ejemplo, permite visualizar el flujo sanguíneo en tus arterias y venas en tiempo real, como un mapa de tráfico. Es indolora y muy eficaz para detectar un problema de circulación. Los análisis de sangre pueden completar el diagnóstico.

Las señales que deben alertarte

Hay algunos síntomas que no deben esperarse: un dolor repentino e intenso en una pierna, un cambio en el color de la piel o una herida que no se cura en los pies son signos que requieren consultar a un médico rápidamente. Nunca ignores estas señales de alarma.

Cómo preparar bien tu consulta

Para ayudar a tu médico, anota con precisión tus síntomas: ¿cuándo aparece esa sensación de frío? ¿Qué la agrava o la alivia? Recuerda llevar los resultados de tus últimas pruebas y la lista de los medicamentos que tomas. Cuanto mejor preparado estés, más rápido y preciso será el diagnóstico.

La clave está en un diagnóstico precoz. Cuanto antes se identifique la causa del frío en las piernas, más eficaz será la intervención para mejorar el bienestar y la calidad de vida. Si tienes alguna duda, no esperes, ¡coméntalo!

— Édouard Castaignet, director general y cofundador de G-Heat

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Soluciones prácticas: ¡recupera el control sobre el frío!

Actividad física para activar la circulación

El movimiento es vida... ¡y calor! La actividad física regular es tu mejor aliada para mejorar la circulación sanguínea en las extremidades inferiores. No hace falta correr una maratón, la clave está en la regularidad.

  1. Caminata diaria: 30 minutos es lo mínimo para activar la bomba venosa.
  2. Levantarse de puntillas: haz 3 series de 20. ¡Ideal para la oficina!
  3. Pedaleo en el aire: tumbado, hazlo 5 minutos cada mañana y cada noche para reactivar el sistema.

Remedios naturales para calentarte por dentro

Algunas plantas son conocidas por sus efectos beneficiosos sobre la circulación. El ginkgo biloba, la vid roja o el rusco (pequeño acebo) se recomiendan a menudo para tonificar los vasos sanguíneos. Consúltalo con tu farmacéutico.

Masajes y termoterapia: el dúo ganador

Un buen masaje en las piernas, desde los tobillos hasta las rodillas, puede hacer milagros para reactivar la circulación y disipar la sensación de frío. Para multiplicar el efecto, piensa en la termoterapia: la aplicación de calor externo mediante prendas calefactoras, como los leggings calefactores, ayuda a dilatar los vasos y a mejorar el riego sanguíneo.

💡 Nuestro consejo de experto: la combinación del masaje y nuestros productos calefactores crea una potente sinergia. El calor de nuestras tecnologías prepara el terreno y el masaje remata el trabajo para un alivio duradero.

Nuestra misión: que el frío en las piernas deje de ser un obstáculo

En G-Heat, comprendemos el impacto que esta sensación de frío puede tener en tu vida. Nuestra experiencia consiste en transformar este problema en una solución para que puedas recuperar una total libertad de movimiento, sin preocuparte por la temperatura. Nuestra misión es acompañarte con productos eficaces y un asesoramiento humano.

Conclusión

La sensación de frío en las piernas no es inevitable. Ya sea debido a una mala circulación sanguínea, a un trastorno neurológico o a una enfermedad subyacente, existen soluciones. El primer paso es escuchar a tu cuerpo.

El segundo es actuar, consultando si es necesario y adoptando los hábitos adecuados. Y para acompañarte, nuestras soluciones térmicas están ahí para ofrecerte un confort inmediato y duradero.

¿Listo/a para convertir el frío en un recuerdo lejano?

Preguntas frecuentes

¿Ayudan las medias de compresión contra la sensación de frío en las piernas?

¡Sí, por supuesto! De hecho, son un excelente punto de partida. Al ejercer una presión decreciente sobre la pierna, ayudan a que la sangre suba hacia el corazón, lo que mejora la circulación y puede reducir la sensación de frío. Para los días en los que es más intenso, combínalas con nuestros calcetines térmicos, ¡es la combinación perfecta!

¿Cuál es la autonomía de los calcetines térmicos G-Heat?

Nuestros calcetines térmicos te ofrecen hasta 6 horas de calor suave y continuo en intensidad baja. Son perfectos para cubrir tus necesidades durante gran parte del día. Con 3 niveles de calor, puedes ajustar la intensidad según tus necesidades, en función de las condiciones y de tus sensaciones.

¿El Covid-19 puede provocar sensación de frío en las piernas?

Sí, es un síntoma que se ha descrito, aunque menos frecuente que otros. La COVID-19 puede afectar a la circulación sanguínea creando inflamación o pequeños coágulos (microtrombos) en los vasos sanguíneos. Esto puede reducir el riego sanguíneo en las extremidades y provocar sensación de frío, dolor o cambios en el color de la piel, a veces asociados al «COVID prolongado».

¿El Covid prolongado puede provocar este síntoma?

Sí, la sensación de frío en las extremidades inferiores es uno de los síntomas que pueden persistir en el caso del Covid prolongado. Este fenómeno, a menudo relacionado con una desregulación del sistema nervioso autónomo o con problemas circulatorios persistentes, puede afectar a la regulación de la temperatura corporal.

¿Las plantillas calefactoras G-Heat son adecuadas para el calzado de seguridad?

¡Por supuesto! Han sido diseñadas para ello. Nuestras plantillas calefactoras son finas, recortables y están diseñadas para introducirse en cualquier calzado, incluso en los más rígidos, como el calzado de seguridad, sin alterar su función protectora. Es la solución ideal para los profesionales que pasan sus jornadas en obras.

¿Existen contraindicaciones para la ropa calefactable?

Se recomienda precaución si llevas un marcapasos o si sufres trastornos importantes de sensibilidad (como en el caso de una neuropatía diabética avanzada). En estas condiciones, siempre es preferible consultar a tu médico antes de utilizar un producto calefactable. Para cualquier otra información, nuestra página web está a tu disposición para orientarte.

Referencias

[1] «Síntomas y complicaciones de la arteritis de las piernas», VIDAL

[2] «Frío y salud: síntesis bibliográfica y perspectivas», Santé publique France

[3] «Diagnóstico de las neuropatías periféricas (polineuropatías y mononeuropatías múltiples)», Haute Autorité de Santé