¿Por qué elegir ropa térmica?

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Deporte, trabajo, actividades de ocio... sucede muy a menudo, en contextos muy diferentes, que la ropa técnica tradicional llega a sus límites y deja de ser eficaz, con lo que la termogénesis deja de funcionar.

 

¿Qué es la termogénesis? 

La termogénesis se refiere a la producción de calor por parte de nuestro cuerpo. Este proceso tiene lugar cuando nuestra temperatura corporal empieza a descender por debajo de la temperatura óptima para que el cuerpo funcione correctamente.
En los seres humanos, la temperatura corporal habitual ronda los 37° C, pero puede variar entre 36,1° y 37,8°. Esta constante depende de la edad, la estatura y el peso, pero también del lugar donde se tome la temperatura.
En la termogénesis influyen la dieta, el estrés, el miedo, las hormonas, el frío, los medicamentos, las drogas y el alcohol.
Existe una termogénesis ligada a la actividad física. El ejercicio físico va acompañado de producción de calor. En el caso de los músculos, la producción de calor no es únicamente de origen metabólico; también puede deberse a la contracción o a la relajación.
En el caso de los alimentos, la termogénesis dietética se ve influida por la naturaleza de los macronutrientes consumidos. Los hidratos de carbono, las proteínas, las grasas e incluso el alcohol provocan distintos grados de termogénesis alimentaria. La digestión es proporcional a la cantidad de energía consumida.
Por último, está el enfriamiento térmico, que entra en acción rápidamente y genera calor. Esto aumenta el nivel de termogénesis de tres a cinco veces con respecto al nivel de reposo. El fenómeno varía de un individuo a otro, ya que se desencadena a diferentes umbrales de temperatura. El escalofrío cesa cuando se agotan las reservas de hidratos de carbono.

¿Por qué elegir ropa térmica?

Las extremidades más alejadas del cuerpo en términos de flujo sanguíneo, como los pies y las manos, sufren primero el frío.
Esta desagradable sensación es señalada a nuestro cerebro y provoca una afluencia de energía destinada a calentarlos, sin éxito para los más sensibles.
Esto conduce gradualmente a una sensación de frío en todo el cuerpo.

Pero la ropa térmica proporciona calor cuando la ropa llega a sus límites. La ropa convencional está diseñada para mantener el calor. Cuando el calor proporcionado por el cuerpo ya no es suficiente, es cuando entra en acción la ropa térmica. Además de mantenerle caliente, crea calor para compensar el hecho de que la termogénesis ya no funciona.

Además, la prenda puede utilizarse como simple prenda o como calentador.



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