¿Sabías que casi una de cada tres personas se encuentra mal cuando la temperatura supera los 30 °C? 🔎 Si tú también sufres dolores de cabeza, cansancio extremo o sofocos en cuanto empieza a hacer calor, no es « cosa de tu cabeza»: podría tratarse de una intolerancia al calor.
Es un fenómeno poco conocido, pero muy real, y puede arruinar tu día a día en verano. No te preocupes: te explicamos cómo reconocer los síntomas, entender de dónde viene y, sobre todo, cómo adaptar tu rutina para vivir mejor. El objetivo: sentirte bien incluso cuando el mercurio se dispara.
Intolerancia al calor: ¿qué es exactamente?
La intolerancia al calor no es una enfermedad propiamente dicha, sino una reacción anómala o excesiva de tu cuerpo ante las altas temperaturas. Tu organismo no consigue regular bien su temperatura interna, lo que puede desencadenar toda una serie de síntomas molestos, e incluso preocupantes. Esta hipersensibilidad puede aparecer de forma gradual o estar presente desde siempre.
¿Te dices a menudo «no soporto el calor»? No eres el único. Algunas personas son más sensibles que otras, sobre todo debido a su metabolismo, a determinadas enfermedades crónicas (como la esclerosis múltiple) o simplemente a su constitución. La hipersensibilidad al calor también es más frecuente con la edad y en los niños.
Los síntomas más comunes
A continuación, te ofrecemos una lista de signos a los que debes prestar atención si crees que sufres intolerancia al calor:
- Fatiga intensa o sensación de agotamiento en cuanto hace calor
- Mareos, náuseas o vértigo
- Sensación de opresión o malestar general
- Urticaria por calor: pequeñas ronchas rojas y picor
- Sudoración excesiva o, por el contrario, ausencia de sudoración
- Dolores de cabeza, fiebre o signos de golpe de calor
- Síntomas de insolación: escalofríos, confusión, vómitos
En resumen: si sientes fatiga y calor constantes, malestar por el calor o sensaciones de malestar en cuanto sube la temperatura, tu cuerpo te está enviando un mensaje claro: «haz una pausa para refrescarte ahora mismo».
¿Por qué algunas personas son más sensibles?
Hay muchas razones por las que algunas personas no soportan el calor. Además de las enfermedades crónicas, la toma de ciertos medicamentos, los trastornos hormonales o las alteraciones del sistema nervioso pueden reforzar esta intolerancia. A veces se trata simplemente de una hipersensibilidad al calor relacionada con una mala aclimatación o una exposición repentina a temperaturas elevadas.
¿Cómo limitar los síntomas de la intolerancia al calor?
Quédate a la sombra (pero no bajo el edredón).
Evita salir en las horas más calurosas (entre las 12:00 y las 16:00). Prefiere las mañanas o las tardes para tus actividades, sobre todo si haces deporte o jardinería. Algunas actividades cuando hace calor son perfectamente adecuadas: natación, estiramientos, paseos por el bosque... todo lo que te permita moverte sin agotarte.
Adopta la ropa «anti-calor»
La clave está en llevar la ropa adecuada. La ropa refrescante y anti-UV de G-Heat (texto de anclaje: ropa refrescante y anti-UV) está diseñada para proporcionarte la máxima frescura y protegerte de los rayos UV. Ideal si eres propenso a las ampollas por calor, la urticaria por calor o cualquier alergia al calor.
Hidrátate como nunca
Nunca lo repetiremos lo suficiente: el agua es vital. Bebe con regularidad, incluso si no tienes sed. Evita las bebidas azucaradas o alcohólicas, que aumentan la deshidratación. Un pequeño consejo adicional: añade una pizca de sal u opta por soluciones electrolíticas si sientes síntomas de insolación o un golpe de calor incipiente.
Escucha a tu cuerpo
Si notas signos de golpe de calor, como escalofríos, fiebre repentina o confusión mental, no los ignores. Túmbate en un lugar fresco, bebe agua fría y consulta rápidamente si los síntomas persisten. Los síntomas del golpe de calor pueden evolucionar rápidamente, especialmente en caso de insolación.
Errores que no debes cometer
- Llevar ropa oscura y ajustada bajo el sol
- Salir a correr a plena tarde
- Ignorar el cansancio relacionado con el calor
- No beber durante varias horas
- Pensar que un golpe de calor es solo un golpe de cansancio
G-Heat: tu mejor aliado contra los efectos del calor
En G-Heat, hemos pensado en todos aquellos que sufren con el calor. Nuestra ropa técnica anti-UV está diseñada para ofrecerte una solución real contra los síntomas de la intolerancia al calor. Podrás moverte, pasear o incluso trabajar al aire libre sin sufrir el efecto «horno». Todo ello con estilo, comodidad y, sobre todo, una auténtica sensación de frescor.
Si sientes que tu cuerpo no soporta bien el verano, no esperes a derrumbarte. Equípate, adapta tu estilo de vida y redescubre el placer de vivir el verano sin estrés térmico. Porque no, derretirse a 35 °C no es una fatalidad.