Cyril Blanchard, comentarios tras un evento deportivo en el desierto

Atleta, empresario, conferenciante, plusmarquista de Enduroman, entrenador deportivo... Cyril Blanchard compagina sus múltiples responsabilidades y actividades desde hace varios años. En el corazón de esta multitud de experiencias hay un ardiente deseo de superar sus límites e inspirar a otros a hacer lo mismo. Con esta idea en mente, Cyril y su esposa, Laurence, se han embarcado en un gran desafío: el Maratón des Sables, una carrera que tiene lugar en el sur de Marruecos. Para hacer frente a las condiciones extremas y a las temperaturas áridas, Cyril se equipó con nuestras toallas refrescantes. Recién llegado de esta aventura, nos cuenta las dificultades que encontró y los medios que utilizó para superarlas. 

¿Qué es el MDS y por qué aceptó este reto? 

Es la carrera más dura del mundo, eso es lo que es. Puedo decirlo porque después de haber hecho el Enduroman, un triatlón extremadamente duro, la MDS es realmente la carrera más dura que he hecho hasta ahora. No duermes por la noche, o al menos no muy bien porque duermes en el suelo. Es muy espartano, y nunca te recuperas bien del esfuerzo de un día. La carrera es una gran etapa de 90 kilómetros el 4º día, y luego una etapa de 40 kilómetros, lo que significa que al final es muy traumático física y psicológicamente... Es duro para el cuerpo, y hay que saber administrar el agua y la comida. Este año las temperaturas superaron los 50°C, y hubo un 30% de abandonos, algo inédito.

En lo que a mí respecta, llevo más de 30 años pensando en ello. No soñaba con ello en el sentido literal de la palabra, pero sabía que lo iba a hacer un día u otro. El año pasado hablé de ello con Frédéric de Lanouvelle, que lo había hecho con su hija de 16 años, y a mi mujer le entraron ganas de hacerlo, así que dijimos que emprenderíamos el proyecto juntos. Es un proyecto que hemos estado preparando durante un año, desde todos los puntos de vista: el entrenamiento, la preparación logística, la bolsa, la nutrición...

¿Cómo soportaste el calor durante la carrera? ¿Te ayudó la ropa refrescante?

Era difícil controlar el calor. Hacía mucho calor y la temperatura del agua de las botellas subía muy deprisa. Al cabo de dos o tres días, no podíamos tragar nada, ni comida ni bebida, porque el agua caliente no entra bien.

Sin embargo, pude probar la toalla refrescante G-Heat. Me la ponía alrededor de la cabeza como un huevo de chocolate y realmente marcaba la diferencia. Cuando sopla el viento, puedes sentir lo fresca que es, y realmente es como tener un soplo de aire fresco contigo en todo momento. La segunda forma en que lo utilicé fue para poner la toalla sobre las botellas de agua para mantener el agua fría. Y funciona muy bien. Fue estupendo poder mantenerse fresco en todo momento durante la carrera y tener agua fresca por la noche en el vivac.

¿Cuál fue para usted la parte más difícil de la carrera? ¿Cómo lo superó?

Ese fue el tercer día. Porque después de dos días, sientes la fatiga, no estás realmente aclimatado todavía, y fue también cuando tuvimos picos de 50°C de calor. También hubo un cambio de altitud. Fue muy duro y agotador, y fue entonces cuando mi mujer se rindió. Yo seguí, pero la cuarta etapa también fue muy, muy dura: 90 km, más de 20 horas, parte de noche, un calor insoportable... Es una secuencia infernal.

¿Cuáles fueron los aspectos más positivos y negativos de su experiencia al correr el Marathon des Sables?

El aspecto más positivo fue la gente que conocimos. En el vivac, nos encontramos muy juntos, en una tienda de campaña con 8 personas. Puede parecer duro decirlo así, pero eso es lo que hace que este evento sea tan encantador. Por la noche, el ambiente es muy relajado y hay muchas risas, incluso después de un día duro. Nos llevamos muy bien en nuestra carpa.

¿Cuáles fueron los mayores retos a los que se enfrentó durante esta carrera? ¿Cómo se preparó para afrontarlos?

El mayor reto fue gestionar el calor, como siempre volvemos a hacer. El primer efecto fue la nutrición: cómo alimentarse correctamente con un calor insoportable. Era muy difícil, pero había algunas soluciones, como la medicación, que no siempre eran obvias. Pero cuando se trataba del calor, ¡no cabe duda de que G-Heat salvó vidas! Está claro que nos ha permitido superar nuestros límites.

¿Qué consejo le daría a alguien que esté pensando en participar en el Marathon des Sables? ¿Cuáles son los errores que hay que evitar y las cosas que hay que hacer para tener éxito? 

Nos vamos a dar el consejo a nosotros mismos, porque si tuviéramos que volver a hacerlo, lo volveríamos a hacer. Mi mujer quiere volver, quizá en 2025. Errores que no volveremos a cometer: la gestión de la bolsa. Salimos con una bolsa demasiado pesada, lo sabíamos, pero cuando lo experimentas, adquiere otra dimensión. Y otra cosa: la preparación psicológica. Mi mujer había tenido una buena preparación física, pero psicológicamente subestimó ciertos aspectos, la bolsa, el calor, el estado mental que cede más fácilmente... En retrospectiva, podría haber seguido adelante, pero lo más importante es que vivió la experiencia, vinimos a aprender y, evidentemente, aprendimos muchas cosas. ¡Volveremos más fuertes, más sólidos y psicológicamente más fuertes!