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Hipotermia: síntomas, causas y tratamiento

Hypothermie : symptômes, causes et traitement

Romane Benderradji - Responsable de comunicación y portavoz de G-Heat |

Lo que hay que recordar 💡

La hipotermia se produce cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 °C y constituye una urgencia médica grave. Este descenso de la temperatura corporal puede poner rápidamente en peligro la vida, con varios cientos de muertes al año en Francia relacionadas con el frío extremo. Reconocer los síntomas tempranos y dominar las técnicas de primeros auxilios puede salvar una vida.

Comprender la hipotermia para protegerse mejor

Cada invierno, vemos a miles de personas arriesgarse frente al frío sin siquiera darse cuenta. ¿Quizás pienses que la hipotermia solo les ocurre a los alpinistas o a los marineros? Te equivocas. Te puede afectar en cualquier lugar y en cualquier momento: en una obra, mientras sales a correr por la mañana o incluso mientras esperas el autobús a -10 °C.

Cuando tu cuerpo baja de los 35 °C, es como si tu organismo entrara en «modo de emergencia». Tu corazón ralentiza su ritmo, tu circulación se concentra en lo esencial y tu cerebro comienza a dar la voz de alarma. Ahí es donde se vuelve peligroso: esta batalla silenciosa puede convertirse rápidamente en una tragedia.

En G-Heat, estamos aquí para acompañarte en tu día a día, tanto frente al frío como al calor. Nuestras tecnologías se adaptan a tus necesidades reales, ya sea en una obra, de excursión o simplemente al aire libre a -10 °C. ¿Nuestra misión? Darte los medios para que te sientas cómodo, independientemente de las condiciones exteriores.

Ahora que hemos sentado las bases, pasemos a lo concreto. Para protegerte bien a ti y a tus seres queridos, debes saber reconocer las señales que te envía tu cuerpo. La hipotermia evoluciona por etapas, y cada etapa tiene sus propios síntomas.

Las 3 etapas de la hipotermia: reconocerlas para actuar rápidamente

Etapa 1: hipotermia leve (35 °C a 32 °C)

Tu cuerpo envía las primeras señales de alarma: escalofríos intensos y piel de gallina que no desaparece. Estos temblores son tu defensa natural que se activa para producir calor y compensar las pérdidas.

Notarás que tus movimientos son menos precisos, que te cuesta hablar y que tus reflejos son más lentos. Tus extremidades (dedos de las manos y de los pies) se vuelven frías al tacto.

  • Actúa de inmediato: aléjate del frío y cámbiate la ropa mojada por otra seca. Para una protección térmica fiable, piensa en los guantes calefactables, que mantienen tus manos operativas incluso con mucho frío.

Etapa 2: hipotermia moderada (32 °C a 28 °C)

Alerta roja: los escalofríos cesan bruscamente. Tu cuerpo agota sus reservas de energía. Se instala la confusión mental, lo que altera tu capacidad de juicio.

Tu corazón se ralentiza peligrosamente, tu presión arterial cae y tu respiración se vuelve superficial. Tus reflejos disminuyen, lo que aumenta el riesgo de caídas.

  • Protocolo de emergencia: llama inmediatamente al 15 o al 112, evita cualquier movimiento brusco que pueda provocar un paro cardíaco y comienza el calentamiento pasivo.

Etapa 3: hipotermia grave (<28 °C)

Peligro inminente: coma, respiración imperceptible, pulso débil. El riesgo de paro cardíaco espontáneo es constante. Esta fase puede parecerse a una muerte clínica.

Solo un equipo médico especializado puede determinar la viabilidad y aplicar técnicas avanzadas de reanimación. El calentamiento central mediante circulación extracorpórea suele ser la única opción.

Los 7 síntomas que debes conocer para proteger a tus seres queridos


Señal 1: «desorientación sorprendente»

Este sorprendente fenómeno lleva a las personas con hipotermia a desvestirse inexplicablemente en pleno frío. Su cerebro, perturbado por el frío, les da una falsa sensación de calor. Esta reacción suele producirse en fases avanzadas.

  • Cómo detectarla: haz preguntas sencillas sobre la hora o el lugar en el que se encuentran. Una persona desorientada no podrá responderte con claridad. Estas pruebas rápidas revelan un problema neurológico precoz.

Señal 2: «el corazón se ralentiza peligrosamente»

El pulso se vuelve débil, pero sigue siendo regular, lo que da una falsa impresión de que todo va bien. Esta disminución del ritmo cardíaco puede preceder a la parada completa del corazón.

  • Gesto que salva: coloca los dedos en el cuello (pulso carotídeo) durante un minuto completo. Un ritmo inferior a 50 latidos por minuto en un adulto consciente debe activar una alerta inmediata. Vigila también la regularidad del pulso.

Señal 3: los «últimos temblores»

Antes de que cesen por completo los escalofríos, persisten pequeños temblores en algunas zonas específicas. Estas sutiles contracciones en la mandíbula y los hombros son las últimas señales de la lucha de tu cuerpo contra el frío.

  • Técnica de detección: coloca la mano sobre los músculos de la mandíbula y los hombros para sentir estas vibraciones casi imperceptibles. Cuando cesan, la situación se vuelve crítica.

Señal 4: «cambio de color de la piel»

La piel sigue un patrón de color predecible: pasa del rojo inicial al blanco ceroso. Esta transformación revela directamente el estado de la circulación sanguínea y la gravedad de la situación.

  • Zonas a vigilar prioritariamente: observa atentamente la punta de la nariz, los labios y las uñas. Un color grisáceo-blanquecino uniforme indica que la circulación se está interrumpiendo peligrosamente y que la situación se vuelve crítica.

Señal 5: «respiración que se ralentiza»

La respiración se ralentiza de forma casi imperceptible, lo que a menudo pasa desapercibido durante los primeros auxilios. Esta ralentización progresiva acompaña al debilitamiento general del cuerpo y puede preceder a la parada respiratoria completa.

  • Cómo observar correctamente: cuenta los movimientos respiratorios durante un minuto completo, observando discretamente el movimiento del pecho. Menos de 12 respiraciones por minuto en un adulto consciente requiere intervención médica inmediata.

Señal 6: «músculos que se tensan»

Los músculos respiratorios comienzan a contraerse y tensarse antes de la fase crítica de la hipotermia. Esta rigidez precoz dificulta la respiración y puede comprometer el aporte de oxígeno.

  • Prueba sencilla de realizar: pide a la persona que respire profundamente. Si le cuesta inflar el pecho o siente una dificultad respiratoria inusual, es señal de que sus músculos se están tensando.

Señal 7: «somnolencia engañosa»

Distinguir entre el cansancio normal y una alteración neurológica debida al frío sigue siendo crucial para evaluar correctamente la situación. Esta somnolencia progresiva suele ocultar un mal funcionamiento del sistema nervioso que puede evolucionar hacia el coma.

  • Actúa sin esperar: habla a la persona con palabras sencillas y comprueba su capacidad de reacción. Una persona con hipotermia responde lentamente cuando le hablas y no sabe muy bien dónde está ni qué hora es.

Leer también: ¿Cómo prevenir un choque térmico?

Poblaciones de riesgo: protege eficazmente a tus seres queridos vulnerables


Bebés y niños: termorregulación inmadura

Los bebés y los niños pequeños tienen una relación superficie/volumen desfavorable que acelera la pérdida de calor corporal. Su sistema de termorregulación inmaduro no puede compensar eficazmente las variaciones térmicas extremas del entorno.

La temperatura corporal de los bebés desciende entre 3 y 4 veces más rápido que la de los adultos. Las señales de alerta pediátricas incluyen llanto débil, letargo inusual y piel marmolada.

  • Previene eficazmente: opta por ropa interior térmica adecuada para niños para mantener una temperatura corporal estable.

Personas mayores: mayor vulnerabilidad metabólica

El envejecimiento altera progresivamente la capacidad de termorregulación. El metabolismo más lento, la disminución de la circulación sanguínea y la reducción de la percepción térmica exponen a las personas mayores a un mayor riesgo de hipotermia, incluso en casa.

Factores agravantes: algunos medicamentos, como los neurolépticos, las benzodiazepinas y los antihipertensivos, pueden alterar la regulación térmica. Las patologías crónicas como el hipotiroidismo o la insuficiencia cardíaca también aumentan la vulnerabilidad.

  • Adapta tu enfoque: mantén una temperatura mínima en el hogar de 20 °C, instala sistemas de calefacción auxiliares seguros y controla regularmente el estado general. Los calcetines calefactores G-Heat también pueden servir como solución térmica específica para las extremidades.

Deportistas al aire libre: riesgos desconocidos

Los deportistas al aire libre suelen subestimar el riesgo de hipotermia por esfuerzo. Esta forma particular se produce durante actividades físicas prolongadas en entornos fríos, especialmente en deportes acuáticos y de alta montaña.

En 2017, cofundé G-Heat después de experimentar personalmente los límites del cuerpo frente al frío extremo. Hoy, con más de 300 000 productos vendidos, sabemos que una protección térmica inteligente puede transformar una situación peligrosa en una experiencia controlada.

— Edouard Castaignet, fundador de G-Heat

Situaciones críticas: la inmersión en agua fría multiplica por 25 la velocidad de enfriamiento corporal. El viento aumenta el efecto de enfriamiento (wind chill) y puede convertir una salida anodina en una emergencia vital.

  • Equípate de forma inteligente: adopta tecnologías termorreguladoras de vanguardia, como nuestras chaquetas calefactables y abrigos calefactables, que se adaptan a las variaciones térmicas. G-Heat te acompaña en tu búsqueda del rendimiento térmico óptimo.

Descubre también: ¿qué equipamiento de esquí es imprescindible?

Causas y factores desencadenantes: anticipa las situaciones peligrosas

Exposiciones ambientales extremas

La inmersión en agua fría es la principal causa de hipotermia accidental. La conductividad térmica del agua (25 veces superior a la del aire) provoca un enfriamiento brusco que puede resultar mortal en pocos minutos.

El factor viento (wind chill) amplifica peligrosamente el efecto de enfriamiento. Una temperatura de -5 °C con un viento de 50 km/h equivale a una exposición a -15 °C en aire tranquilo. Esta combinación de viento y frío acelera la pérdida de calor corporal.

  • Planifica tus salidas: consulta las aplicaciones meteorológicas especializadas que calculan el índice de enfriamiento por el viento. Equípate con accesorios calefactores para proteger eficazmente las zonas de mayor pérdida de calor.

Factores médicos agravantes

Ciertas patologías preexistentes predisponen a la hipotermia. El hipotiroidismo ralentiza el metabolismo basal y disminuye la producción de calor endógeno. La diabetes altera la microcirculación y la percepción neurológica del frío.

La insuficiencia cardíaca limita la capacidad de transporte del oxígeno y los nutrientes necesarios para la termogénesis. Los trastornos psiquiátricos pueden alterar la percepción del riesgo y retrasar la búsqueda de refugio.

  • Consulta de forma preventiva: elabora una lista de control médico previa a la exposición con tu médico de cabecera. Adapta tus precauciones en función de tus patologías específicas y tratamientos farmacológicos.

Sustancias y comportamientos de riesgo

El alcohol te juega una mala pasada: te da la impresión de calentarte al dilatar los vasos sanguíneos cercanos a la piel. ¿El resultado? Tu cuerpo pierde calor aún más rápido y ya no sientes las señales de alarma naturales. Es exactamente lo contrario de lo que buscas.

La deshidratación reduce tu volumen sanguíneo e impide que tu cuerpo distribuya bien el calor donde lo necesita. En cuanto a la desnutrición, priva a tu organismo del «combustible» necesario para producir calor muscular.

⚠️ La trampa del alcohol: cada copa hace que tu temperatura corporal baje 0,5 °C. En resumen, con tres copas ya pierdes 1,5 °C, lo que te lleva a una hipotermia leve sin que te des cuenta.

  • Adopta los hábitos correctos: da prioridad a una alimentación rica en carbohidratos y grasas buenas para alimentar tu «caldera interna». Mantente bien hidratado con bebidas calientes sin alcohol: tu termo de té o chocolate caliente será tu mejor amigo.
  • Piensa también en esos pequeños detalles que marcan la diferencia: evita fumar (reduce tu circulación sanguínea), no te saltes comidas cuando estés expuesto al frío y ten cuidado con ciertos medicamentos que pueden alterar tu regulación térmica.
  • Nuestro consejo práctico: prepara tentempiés energéticos cada 2 horas cuando estés expuesto al frío. Barritas de cereales, frutos secos, chocolate negro... Tu cuerpo necesita este combustible regular para mantener su temperatura.

 

Situación de riesgo Qué ocurre en tu cuerpo Cómo protegerte bien
Caída en agua fría El agua extrae tu calor 25 veces más rápido que el aire Equipo de flotación + ropa interior térmica
Viento helado El viento “roba” tu calor corporal Ropa cortaviento + chaquetas térmicas
Consumo de alcohol Falsa sensación de calor que engaña Cero alcohol si estás expuesto al frío
Problemas de tiroides Tu “motor interno” funciona más lento Seguimiento médico + protección reforzada
Edad avanzada (+65 años) El cuerpo regula peor la temperatura Vigilancia constante + calor dirigido

 

Prevención inteligente: técnicas que realmente funcionan


Estrategia de vestimenta multicapa optimizada

El sistema inteligente de 3 capas cambia las reglas del juego en cuanto a protección térmica. Te lo explicamos:

  1. la capa base evacua la humedad de tu piel
  2. la capa intermedia conserva tu calor corporal
  3. la capa exterior te protege del viento y la humedad.

Los materiales técnicos modernos, como la lana merina, regulan naturalmente tu temperatura y son resistentes a los olores. Las membranas impermeables y transpirables dejan escapar el vapor de agua y bloquean la humedad exterior.

💡 Nuestro consejo de experto: olvídate por completo del algodón, que retiene la humedad y pierde sus propiedades aislantes cuando se moja. Opta por fibras sintéticas o naturales técnicas que mantienen su rendimiento incluso cuando están húmedas.

Tecnologías de calefacción personal de nueva generación

La ropa calefactable conectada representa el futuro de la prevención de la hipotermia. Estas innovaciones incorporan elementos calefactores alimentados por baterías recargables y controlados por una aplicación móvil.

Tras siete años de I+D en textiles calefactables, hemos observado que el 80 % de los accidentes por hipotermia podrían haberse evitado con un equipo térmico adecuado. Por eso, nuestras tecnologías mantienen una temperatura cutánea estable entre 37 °C y 42 °C, reproduciendo la termorregulación natural del cuerpo.

— Gwenaël Fournet, responsable de Producto e Innovación en G-Heat

  • Te ayudamos a elegir: da prioridad a los equipos con certificación CE que cuenten con protección contra el sobrecalentamiento y sean impermeables. En G-Heat desarrollamos constantemente nuevas soluciones térmicas que se adaptan a todos tus entornos.

Nutrición termogénica avanzada

Algunos alimentos estimulan de forma natural la termogénesis y aumentan la producción de calor corporal. Las especias como el jengibre, el chile y la canela activan los receptores térmicos y mejoran la circulación periférica.

Una hidratación óptima con bebidas calientes contribuye directamente al mantenimiento de la temperatura central. La temperatura y la composición de los líquidos ingeridos influyen significativamente en el equilibrio térmico general.

  • Programa tus comidas: planifica tentempiés energéticos ricos en carbohidratos rápidos cada 2 horas durante exposiciones prolongadas. Evita las dietas restrictivas que privan a tu organismo de los sustratos necesarios para la termogénesis.

Primeros auxilios de emergencia: gestos que realmente salvan vidas


Paso 1: primero, asegúrate de que la situación es segura

Protéjete primero a ti mismo, esa es la regla de oro de los primeros auxilios. Mira a tu alrededor: ¿hay algún peligro (avalancha, hielo frágil, empeoramiento del tiempo)? Tu intervención nunca debe crear una segunda víctima.

Comprueba rápidamente las funciones vitales: ¿están despejadas las vías respiratorias? ¿Respira la persona? ¿Late su corazón? Coloca los dedos en su cuello para sentir el pulso.

  • Llama inmediatamente a los servicios de emergencia: marca el 15 (SAMU) o el 112. Da información precisa: dónde se encuentran, cuántas personas hay, si la víctima está consciente, cuál es su estado.

Paso 2: evalúa el estado de la persona

Si tienes un termómetro adecuado, mide su temperatura corporal en la oreja o el recto. Los termómetros frontales no son fiables en caso de hipotermia.

Comprueba su estado cardíaco tomando el pulso en el cuello durante al menos un minuto. En caso de hipotermia, el corazón puede latir muy lentamente o de forma irregular.

  • Observa su estado de conciencia: ¿responde a las preguntas? ¿Reconoce dónde se encuentra? ¿Reacciona cuando le hablas? Anota todos estos datos para los equipos médicos.

Paso 3: calienta de forma gradual y suave

Regla absoluta: calienta lentamente, como máximo 1 °C por hora. Un calentamiento demasiado rápido puede provocar un paro cardíaco al redistribuir bruscamente la sangre fría.

El calentamiento pasivo consiste en aislar a la persona del frío y detener la pérdida de calor. Quítale con cuidado la ropa mojada, sécale la piel con suaves toques (nunca frotando) y envuélvela en mantas secas.

  • Cuidado con los errores peligrosos: nunca masajee las extremidades (riesgo de paro cardíaco), no le dé un baño caliente directamente, no le dé alcohol. Estas prácticas pueden ser mortales.

Paso 4: vigile y prepare la llegada de los servicios de emergencia

Coloca a la persona tumbada boca arriba, con las piernas ligeramente elevadas; esta posición ayuda a que la sangre circule mejor hacia el corazón y evita que le baje la tensión cuando se mueva.

Mantente alerta y observa atentamente: ¿su corazón late con regularidad? ¿Su respiración se mantiene estable? ¿Sigue respondiendo cuando le hablas? Estos detalles son cruciales para ayudar a los médicos a elegir el tratamiento adecuado.

  • Quédese con ella hasta el final: cuando lleguen los servicios de emergencia, transmítales toda la información importante: a qué hora la encontró, en qué condiciones, cómo ha evolucionado su estado, qué ha hecho para ayudarla. Esta información completa ayuda a los equipos médicos a atenderla mejor.

📋 Lista de medidas de primeros auxilios:

  1. Asegure inmediatamente la zona de intervención.
  2. Evalúa las funciones vitales prioritarias
  3. Llama a los servicios de emergencia con información precisa
  4. Calienta gradualmente sin brusquedad
  5. Vigila constantemente el estado clínico
  6. Transmite el informe completo a los equipos médicos

No te preocupes: si sigues estos pasos, le darás a esta persona todas las posibilidades de salir adelante. Cada gesto cuenta, y ahora tienes todas las claves para actuar eficazmente en caso de emergencia.

Resumen: tu plan de acción contra la hipotermia

La hipotermia representa un peligro mortal, pero es en gran medida evitable si se sabe cómo actuar. Si conoces las 7 señales de alarma esenciales y aplicas los reflejos de prevención adecuados, podrás proteger eficazmente a tus seres queridos de los riesgos relacionados con el frío extremo.

Reconocer los síntomas a tiempo y conocer los primeros auxilios es tu mejor defensa contra esta emergencia silenciosa. Cada minuto cuenta cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 °C.

  • Recuerda estas tres reglas de oro: equípate de forma inteligente con soluciones fiables, mantente alerta ante las primeras señales y no dudes en pedir ayuda en caso de duda. Tu cuerpo tiene sus límites, pero con los reflejos y el equipo adecuados, puedes superarlos de forma segura.

La hipotermia ya no es una fatalidad cuando se comprende y se está preparado para ella. Cuídate, protege a tus seres queridos y afronta el frío con confianza. Porque, como nos gusta decir en G-Heat: no hay mal tiempo, solo mal equipo.

Preguntas frecuentes sobre la hipotermia

¿A qué temperatura corporal comienza la hipotermia?

La hipotermia comienza cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los 35 °C, siendo la temperatura normal entre 36 °C y 37,5 °C. Esta caída puede parecer mínima, pero desencadena inmediatamente mecanismos de defensa corporales críticos.

¿Cuánto tiempo se puede sobrevivir con hipotermia grave?

En casos de hipotermia grave (por debajo de 28 °C), el pronóstico es vital en pocas horas, pero se han registrado casos de supervivientes tras varias horas de paro cardíaco. La norma médica estipula que un paciente con hipotermia no se declara muerto hasta que no se le ha calentado.

¿El alcohol realmente calienta el cuerpo?

No, el alcohol crea una falsa sensación de calor al dilatar los vasos sanguíneos superficiales, pero en realidad reduce la temperatura corporal en 0,5 °C por cada 50 g consumidos. Aumenta peligrosamente el riesgo de hipotermia.

¿Se puede prevenir la hipotermia en las personas mayores?

Por supuesto, manteniendo una temperatura doméstica de al menos 20 °C, llevando varias capas de ropa y controlando los efectos de los medicamentos sobre la termorregulación. También es esencial una alimentación caliente y una actividad física moderada.

¿Qué se puede hacer para ayudar a alguien en estado de hipotermia avanzada?

Nunca abandone la reanimación de una persona hipotérmica aparentemente inerte. Comience inmediatamente el masaje cardíaco, llame a los servicios de emergencia y continúe con las maniobras hasta que lleguen los equipos médicos. Es posible que se produzcan recuperaciones espectaculares tras el calentamiento médico.

¿Puede la hipotermia tener efectos beneficiosos?

Paradójicamente, sí, la hipotermia terapéutica controlada (32-34 °C) se utiliza en reanimación para proteger el cerebro después de un paro cardíaco. Esta técnica médica permite reducir la mortalidad y las secuelas neurológicas.

Fuentes y referencias

[1] «La hipotermia, un enfriamiento a veces peligroso», Assurance Maladie

[2] «Riesgos para la salud relacionados con el frío», Ministerio de Sanidad y Prevención

[3] «Frío y salud: síntesis bibliográfica y perspectivas», Santé publique France

[4] «Hipotermia accidental», Sociedad Francesa de Anestesia y Reanimación (SFAR)

[5] «Tratamiento de un paciente con hipotermia accidental», Sociedad de Reanimación de Lengua Francesa (SRLF)

[6] «Hipotermia accidental», Anales franceses de medicina de urgencia

[7] «Balance de la vigilancia invernal», Salud Pública Francia