PLANTILLAS Y CALCETINES TÉRMICOS: DIFERENTES USOS
Hay dos maneras de protegerse del frío: o bien encontrar una forma de aislarse del frío (una pared gruesa en una casa, por ejemplo) o bien calentar el cuerpo (calentando la misma casa). De hecho, nuestro cuerpo es una gran máquina de calentarse, ya que utilizamos toda la energía disponible para mantenerlo a una temperatura constante de 37 °C: es lo que se denomina termogénesis. Sin embargo, cuando la temperatura baja, nuestro cuerpo ya no es capaz de calentar nuestras extremidades, y los productos de calefacción tienen su lugar en la estrategia para combatir el frío. Pero, ¿cómo elegir entre plantillas y calcetines térmicos?
¿CUÁNDO ELEGIR PLANTILLAS TÉRMICAS?
Cuando el usuario tiene que permanecer mucho tiempo sobre un suelo frío (trabajadores de mercados o de la industria frigorífica, cazadores, pescadores, etc.). El calor se difunde por todo el arco del pie desde abajo, proporcionando un aislamiento eficaz del suelo y una fuente de confort.
Cuando el usuario lleva calzado rígido y/o de gran altura (botas de esquí, botines, etc.) que ya tienen suelas gruesas. En ese caso, las suelas son más cómodas y el mando a distancia que regula el calor es más apropiado que las pilas de los calcetines que pueden tocar las botas o las botas de esquí.
¿CUÁNDO ELEGIR CALCETINES TÉRMICOS?
Cuando el usuario busca un uso más versátil y desea utilizar productos de calefacción con calzado de calle, zapatillas deportivas o para uso doméstico en casa.
Cuando el usuario es más activo con tiempo frío o el pie tiene que moverse (la rigidez de la suela no favorece los movimientos largos). En este caso, la actividad del pie contribuye a calentarlo y la parte del pie que sigue siendo sensible al frío es la parte delantera del pie y los dedos. Por ello, el sistema de calefacción de los calcetines se sitúa por encima del pie y de los dedos, al final del calcetín. De este modo, se calienta la parte anterior del pie y se consigue un verdadero confort. Así, el usuario puede pasar de situaciones estáticas durante la fase de calentamiento a situaciones de marcha cuando el sistema de calefacción está apagado.
Cuando el usuario desea una solución de calefacción más fácil de instalar. Sin embargo, necesita poder acceder a la parte superior del tobillo para ajustar la temperatura.
RESUMEN: ¿QUÉ CALZADO PARA QUÉ ACTIVIDAD?
Los principales casos en los que deben utilizarse plantillas térmicas:
- Esquí
- Utilización en manojos
- Todas las actividades predominantemente estáticas (sin caminar): mercados, construcción, cuidados, jardinería, pesca, caza, equitación, etc.
Los principales casos en los que deben utilizarse calcetines térmicos:
- Actividades más nómadas alternando caminatas y paradas (observación de aves, senderismo, bicicleta de montaña con tiempo frío, etc.)
- Uso doméstico y confort en el hogar
POR CIERTO, ¿POR QUÉ SE NOS ENFRÍAN LOS PIES?
Junto con las manos, los pies son las dos extremidades más vulnerables al frío porque es más difícil aislarlas que la cabeza, que (normalmente) sólo está en contacto con el aire, de por sí un excelente aislante. En cambio, los pies y las manos están directamente expuestos. Utilizamos las manos para coger objetos fríos y nuestros pies pueden permanecer en contacto prolongado con superficies de unos pocos grados.
Como resultado, a menos que vayamos equipados con MoonBoots o botas especialmente diseñadas para el frío (con suelas de varios centímetros de grosor), acabamos con los pies fríos.
Hay muchos factores que pueden enfriar los pies:
- mal aislamiento de las suelas/conducción del frío a través del suelo,
- Calzado textil a veces inadecuado/frío por viento,
- la fatiga y la incapacidad del cuerpo para calentar las extremidades...
El frío es una fuente de incomodidad, e incluso puede provocar lesiones como la congelación o la hipotermia. Si te interesa, encontrarás un informe bastante completo sobre los efectos de laexposición al frío publicado por el Centro Canadiense de Salud y Seguridad en el Trabajo.
