Deportes de invierno
Termorregulación del cuerpo
El hombre es un homeotermo: un ser vivo cuya temperatura media constante es independiente del entorno...
Resistir al frío, adaptarse al calor, mantener en todo momento una temperatura interna de unos 37 °C, sea cual sea nuestro ritmo metabólico o la temperatura del entorno: éste es el principio de la termorregulación.
Cuando una persona está expuesta al frío durante demasiado tiempo, su cuerpo puede llegar a ser incapaz de mantener una temperatura adecuada para funcionar correctamente. Si su temperatura oral desciende por debajo de 35 °C, sufre hipotermia.
La hipertermia, por su parte, es una elevación de la temperatura corporal provocada por una acumulación de calor. Es un fenómeno que se produce sobre todo en caso de insolación o de ola de calor.
Demasiado frío o demasiado calor es una fuente de incomodidad, e incluso puede provocar lesiones como la congelación...
¿Por qué los pies y las manos están más expuestos al frío?
Los pies y las manos son las primeras extremidades afectadas por la sensación de frío, debido principalmente a una reducción de la circulación sanguínea a estos niveles. Además de la sensación de frío local, esto conlleva una pérdida de la capacidad motora y una fatiga general del cuerpo.
El cerebro, alertado por esta desagradable sensación, desencadena una oleada de energía para calentar las manos y los pies, sin éxito para las personas más sensibles.
Por ejemplo, las personas que padecen la enfermedad de Raynaud (entre el 3 y el 12% de los hombres y entre el 6 y el 20% de las mujeres). A continuación aparece una sensación de debilidad acompañada de escalofríos.
Las ventajas de la ropa térmica
Para (re)actuar cuando el cuerpo ya no puede hacerlo y prevenir los riesgos asociados al frío, G-Heat ha desarrollado una gama de prendas calefactadas que proporcionan calor, bienestar y confort continuos durante sus actividades.
Prendas de alto rendimiento para actividades al aire libre en climas fríos, que pueden utilizarse incluso sin pilas cuando las temperaturas se mantienen frescas pero soportables, pero también como ayudas de confort para cualquier persona que sufra frío.
¿Cómo funciona la ropa de esquí calefactada?
Las baterías deben cargarse completamente durante 12 horas antes de utilizarlas por primera vez. A partir de entonces, es aconsejable recargar las baterías antes y después de cada uso para sacar el máximo partido a la prenda calefactada.
También es muy importante cargar bien las baterías al final de cada temporada de invierno o antes de cualquier periodo largo de almacenamiento. Recomendamos encarecidamente cargarlas al menos cada 3/4 meses.
¿Cómo se guardan las pilas?
Una batería debe almacenarse llena para que no se deteriore.
¿Cómo cuidar los guantes de esquí calefactados?
¿Tienes guantes de esquí calefactados?
Recomendamos lavar los guantes a mano (o en la superficie), con agua tibia y jabón o un detergente suave sin suavizante, después de retirar la pila. No recomendamos el lavado a máquina.
Necesitarás un poco de paciencia para escurrirlas y secarlas, pero no intentes escurrirlas ni secarlas sobre un radiador o en una secadora, ya que corres el riesgo de dañar los sistemas de calefacción: ¡sería una pena!
Termorregulación del cuerpo
El hombre es un homeotermo: un ser vivo cuya temperatura media constante es independiente del entorno...
Resistir al frío, adaptarse al calor, mantener en todo momento una temperatura interna de unos 37 °C, sea cual sea nuestro ritmo metabólico o la temperatura del entorno: éste es el principio de la termorregulación.
Cuando una persona está expuesta al frío durante demasiado tiempo, su cuerpo puede llegar a ser incapaz de mantener una temperatura adecuada para funcionar correctamente. Si su temperatura oral desciende por debajo de 35 °C, sufre hipotermia.
La hipertermia, por su parte, es una elevación de la temperatura corporal provocada por una acumulación de calor. Es un fenómeno que se produce sobre todo en caso de insolación o de ola de calor.
Demasiado frío o demasiado calor es una fuente de incomodidad, e incluso puede provocar lesiones como la congelación...
¿Por qué los pies y las manos están más expuestos al frío?
Los pies y las manos son las primeras extremidades afectadas por la sensación de frío, debido principalmente a una reducción de la circulación sanguínea a estos niveles. Además de la sensación de frío local, esto conlleva una pérdida de la capacidad motora y una fatiga general del cuerpo.
El cerebro, alertado por esta desagradable sensación, desencadena una oleada de energía para calentar las manos y los pies, sin éxito para las personas más sensibles.
Por ejemplo, las personas que padecen la enfermedad de Raynaud (entre el 3 y el 12% de los hombres y entre el 6 y el 20% de las mujeres). A continuación aparece una sensación de debilidad acompañada de escalofríos.
Las ventajas de la ropa térmica
Para (re)actuar cuando el cuerpo ya no puede hacerlo y prevenir los riesgos asociados al frío, G-Heat ha desarrollado una gama de prendas calefactadas que proporcionan calor, bienestar y confort continuos durante sus actividades.
Prendas de alto rendimiento para actividades al aire libre en climas fríos, que pueden utilizarse incluso sin pilas cuando las temperaturas se mantienen frescas pero soportables, pero también como ayudas de confort para cualquier persona que sufra frío.
¿Cómo funciona la ropa de esquí calefactada?
Las baterías deben cargarse completamente durante 12 horas antes de utilizarlas por primera vez. A partir de entonces, es aconsejable recargar las baterías antes y después de cada uso para sacar el máximo partido a la prenda calefactada.
También es muy importante cargar bien las baterías al final de cada temporada de invierno o antes de cualquier periodo largo de almacenamiento. Recomendamos encarecidamente cargarlas al menos cada 3/4 meses.
¿Cómo se guardan las pilas?
Una batería debe almacenarse llena para que no se deteriore.
¿Cómo cuidar los guantes de esquí calefactados?
¿Tienes guantes de esquí calefactados?
Recomendamos lavar los guantes a mano (o en la superficie), con agua tibia y jabón o un detergente suave sin suavizante, después de retirar la pila. No recomendamos el lavado a máquina.
Necesitarás un poco de paciencia para escurrirlas y secarlas, pero no intentes escurrirlas ni secarlas sobre un radiador o en una secadora, ya que corres el riesgo de dañar los sistemas de calefacción: ¡sería una pena!
